martes, 24 de febrero de 2009

El Ejemplo

En la última cena de Jesús antes de morir, se levantó y tomando una toalla se ciñó y junto a un lebrillo lavó los pies de sus discipulos (lo cual era un acto propio de los esclavos y de las personas de peor estatus social) y luego de esto les dijo:
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
Juan 13:14-17 (versión Reina-Valera 1960)
letras en rojo palabras de Jesús...

imagen tomada de: http://www.educadormarista.com/ClipArt/CATEQ4/1013LAVP.jpg

Y en efecto, no hay uno más grande que nuestro Señor... este pasaje de La Escritura debe producir en nosotros una comprensión humana mayor que aquella del servicio que presenta Jesús para ese instante (el acto del lavamiento de los pies), ya que Éste, sin importarle su estatus de Señor y Maestro ejecuta con amor y ternura un trabajo considerado "indigno" para su Ser hacia los discipulos; acá nos demuestra cuanta humildad y mansedumbre debemos presentar hacia los demás y principalmente para la Obediencia a nuestro Dios, describiendo como bienaventurado a aquel que hace estas cosas... bienaventurados seremos en el ejemplo de Cristo porque andaremos en camino correcto siguiendo las buenas obras de Dios, ocupados en ellas y aún padeciendo en ellas tendremos mayor gozo cuando seamos rescatados de esta vida corta, vana, pasajera y terrenal.

Con tristeza expreso que es difícil para mí a veces escribir algunas letras que me salen y me duelen porque no quisiera hacerlo... muchas veces no quisiera conocer de ellas sino todo lo contrario, escribir de las antípodas de los acontecimientos pero lamentablemente, para este caso no es así... El pasaje anterior mencionado de La Escritura nos demuestra mucho en una imágen, en un ícono absurda y locamente opuesto a lo que esta sociedad diariamente nos enseña... ¿a humillarnos por otros?, ¿a estar dispuestos a "ensuciarnos" para satisfacer la necesidad de los demás? ¿cuando se ha visto eso?... pareciera que este hecho es capaz raer las entrañas de las gentes (inclusive de Cristianos) y de conmovernos, si con determinada atención lo imaginamos aplicado en nosotros.

Y de cereza para el pastel podemos agregar que para nosotros los Cristianos debe ser una analogía cotidiana este hecho, pues "no somos mayores que nuestro Señor", no podemos esperar una medalla, un trofeo o un diploma por nuestros actos sino que nos maten como a unos perros por hablar y decir las cosas tal y como Dios ordenó que lo hicieramos (como lo ejemplificó Cristo), por hacer el bien y esperar cambios aún cuando parece que no van a sucederse, esperar un golpe en vez de un beso o una patada cuando se estimaba una caricia...

Espero sus conciencias capten el mensaje, agradecido de que lleguen a estas líneas, con Amor se despide este servidor.


Dios les Bendiga