martes, 9 de febrero de 2016

La habitante esperada

En el corazón de un poeta
viven muchas cosas entremezcladas
las alegrías, amarguras y tristezas
entre desiertos, collados, valles y montañas

Explorando yo en mi corazón he encontrado
desde hace un mes, o quizá ya dos aproximado
una habitante nueva reclamando territorio inhabitado:
figurilla esbelta de cabello marrón tostado
de blanca tez, finos rasgos y ojos aguamielados
de forma hermosa y altura admirable
fortaleza perenne y vestidura impecable

Y ésta osada hermosura rasga mis recursos,
toma del árbol del amor y conjura hechizos diurnos
siembra esperanza morada al lado de la confianza
construye su nido con bases firmes de templanza
asegura sus amarres y desarrolla su labranza
surcando el terreno verde azulado de la constancia

¡Y no se detiene!
¡y no tiene vergüenza!
y yo no deseo que la tenga,
ya cuenta ella con visa trabajo de estadía permanente
y el planeta la ha aceptado, encantado que se quede.